Viernes por la mañana, que mejor manera para empezar el día que con las risas, los juegos y los mimitos de mis peques.
¿Por qué será que a todos, siempre nos ha gustado irnos a la cama de los papis a jugar? debe ser algo innato en todo niño. Y lo que nos gusta a los papis que venga a hacerlo ¿a qué si?
Después de disfrutar un buen ratito, con lo que ellos ordenaban y de sentirme nuevamente como una niña, saqué la cámara (como no), y de primeras obtuve la imagen elegida para el LITEL PIPOL de la semana.
En ese momento Pablo jugaba a esconderse en "la cueva del oso" (como él llama a meterse debajo del nórdico) y conseguí el reflejo de su felicidad y de la mía.
En ese momento Pablo jugaba a esconderse en "la cueva del oso" (como él llama a meterse debajo del nórdico) y conseguí el reflejo de su felicidad y de la mía.
Después de esta foto hicimos un cambio de vestuario, el color era demasiado fuerte para lo que yo quería conseguir.
Saqué las bolas de navidad y le di rienda suelta, de ahí las siguientes tomas:
Al otro lado de la cama también estaba Álvaro, jugando a su manera, sin molestar y en cuanto pude lo retraté.
Y cuando las bolas perdieron su protagonismos, entonces saqué el mini árbol de navidad junto a más adornos y así pude obtener otras tantas fotos.
Tras la sesión de fotos mañanera, comenzó nuestro día de fiestas habitual: desayuno largo, pijama hasta la hora de comer, juegos en el comedor, cantajuegos...
Para ver otros momentos LITEL PIPOL pasad por el blog y disfrutaréis:
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