30 septiembre 2013

KIDS WERE HERE - Septiembre

Con septiembre comienza el otoño y con él los días más cortos, más frescos, el cole, la rutina, que personalmente la echaba en falta. Pero si hay algo que me encanta de esta estación, es empezar a abrigarme en la cama o viendo la televisión. Me pirran las mantas suaves y en otoño aún puedo quedarme en mangas cortas para poder sentir su tacto. Con lo que no contaba, que las dos fierecillas andantes de mi casa, los sábados por la mañana, me quitasen mi manta favorita para arropar a Buzz Lightyear. 


KIDS WERE HERE - Septiembre Si quieres ver más fotos de la sección KIDS WERE HERE y comprobar, que no eres la única mamá o el único papá, que se sorprende con lo que pueden llegar a hacer tus hijos, pasa por el blog: 

25 septiembre 2013

17º SEMANA LITEL PIPOL

El recuerdo de mis septiembres, cuando iba al colegio, al instituto o a la universidad no son nada buenos, odiaba dejar de tener tiempo libre para dedicárselo a la rutina del estudio, de las clases... Supongo que no seré la única. 

Mi percepción de este mes empezó a cambiar cuando me convertí en mamá (jajajaja aunque hay momentos en los que me siento culpable de estos pensamientos). Ahora es cuando entiendo las típicas frases de mi madre durante los veranos (y de muchas madres): "QUE GANAS TENGO DE QUE EMPIECE EL COLEGIO", "ME TENÉIS LOCA", "A VER CUANDO LLEGA SEPTIEMBRE YA DE UNA VEZ", pues llegó y yo estoy la mar de contenta. 


A veces pienso que soy mala madre por querer desprenderme un rato de ellos, por suerte se me pasa pronto jajaja. Y es que de los 13 meses que tiene Álvaro, lo máximo que  me he separado de él han sido 3-4 horas, imposible más tiempo, el tío está todo el día y toda la noche enganchado a la teta. Fijaros hasta que punto tiene enganche, que su primera palabra fue TETA, después ya vino PAPÁ y MAMÁ.

Como dice la canción: "NECESITO RESPIRAR, DESCUBRIR EL AIRE FRESCO Y DECIR CADA MAÑANA QUE SOY LIBRE COMO EL VIENTO"

El post lo he preparado con dos semanas de retraso, pero no quería dejar de contároslo y de dejar huella de un día tan importante para mí y para ellos.

El primero en salir del nido fue Álvaro, Pablo pudo acompañarme a llevarlo a la guardería. Como si de una extensión de mi cuerpo se tratase, la cámara iba conmigo para retratar el momento. No sabía como  quería la foto, prefería no pensarlo y dejar que el momento llegara, y llegó. Cuando nos metimos en el pasillo vacío y vi la cantidad de luces y sombras, visualicé la foto LITEL PIPOL  de la semana, ahí estaba esperándome: 


Pablo dando apoyo físico y moral a su hermano, la experiencia le ha enseñado que es un buen lugar donde disfrutas y te lo pasas muy bien.


Pero he de reconocer que me dió mucha pena, sabía que lo iba a pasar muy mal, como así fué. Como podéis imaginar, no pude hacer ninguna foto de la recogida, me dediqué a darle mucho cariño para que se le pasara el disgusto. 

De camino a casa recogí otro momento que deseo guardar en mi memoria, porque lo vivo muchos días y porque estoy segura que lo voy a echar de menos dentro de unos años. Para los que no lo sepáis, vivimos en una 3ª planta sin ascensor, si a nosotros nos puede resultar cansado subir tantas escaleras, a Pablo se le hace agotador (sobre todo cuando hace calor, tiene sueño o está hecho polvo). Unas veces nos pone cara de pena para que le cojamos, otras se nos enfada, como en esta ocasión:


Si encima su madre aprovecha la rabieta para hacer la foto, él alucina: 


Al día siguiente, le tocó a Pablo despegar. La manera de afrontar el momento fue completamente distinto, él ya sabía donde iba y le apetecía reencontrarse con sus compañeros de clase. Justo antes de la entrada aproveché para tener un recuerdo. 


Me encanta verle empezar con energía, presiento que va a ser un buen año para todos. 


Contadme ¿cuales son vuestras sensaciones cuando llega septiembre? ¿estáis deseando volver a la rutina? ¿tambien habéis llegado a pensar que sois malas madres por tener esos pensamientos?

En LITEL PIPOL podéis encontrar más vueltas al cole, de la semana pasada y de ésta, aquí os dejo el enlace:

18 septiembre 2013

SEMANA 16º LITEL PIPOL

Adoro las tardes largas que dan para hacer de todo: echarse unas enormes siestas (mínimo 1:30h. máximo 3h.), merendar tranquilamente, darse una refrescante duchita y salir de ruta con el coche a conocer parajes nuevos que tenemos cerca de nosotros. Ese es el caso de la sesión que os traigo esta semana. 

Hace tres años conocí a una chica (Susan), ella me habló de un pueblecito casi abandonado con muchísimo encanto y muy cerquita de Coria. Digo casi abandonado porque los únicos inquilinos que viven de manera continua,  son sus suegros.

Desde el primer momento que me habló de aquel lugar, lo anoté en la lista de cosas pendientes. Tan pendiente lo dejé, que olvidé hasta el nombre del pueblo (Villa de Arco), menos mal que tenemos las redes sociales a la orden del día y Susan, la misma mañana de la visita,  me lo recordó. 

Pisar sus calles supone retroceder en el tiempo más de medio siglo: calles no asfaltadas, estrechas, sin acerado, por donde corren sus aguas en invierno, por las que no pueden circular los coches, que cuenta con unas vistas espectaculares... No puedo deciros más para convenceros de su belleza, sólo me queda enseñaroslo:

Practicamente todas tus casas tienen en la puerta de entrada un "pollo", algo así como el whatssap actual, donde la gente se relacionaba con el vecindario, hablaban de lo que habían hecho durante el día y veían las puestas de sol. Nosotros aprovechamos "los pollos" para hacer nuestras primeras fotos.


Y conseguír la  LITEL PIPOL  de la semana, que ya hacía tiempo que no tenía una de los dos juntitos.


Y como no, una familiar, que la casa me encantó nada más verla. Pena que no hubiese llevado todos los aperos para conseguirla de mejor calidad.


Pablo se encargó de buscarme localizaciones para que le hiciese fotos y la verdad, es que no tiene mal gusto:


Callejeando encontramos este viejo olmo:


Saliendo del pueblo y cuesta arriba llegamos hasta la iglesia:


Toda una belleza que no pudimos visitar por dentro, pues la única vecina de Villa de Arco (poseedora de la llave) no se encontraba en casa. Ya tenemos motivo para repetir.


Desde allí las vistas son alucinantes, se observa toda la llanura que hay hasta Cáceres, incluso se ve Cáceres, sobre todo cuando se enciende el alumbrado.


Ya me contaréis si tras ver las fotos se os han despertado las ganas de ir a conocerlo.

Que no se me olvide deciros, LITEL PIPOL os espera con fotografías de infarto ¿te las vas a perder?

11 septiembre 2013

15º SEMANA LITEL PIPOL

Nos resistimos a que se acabe el verano, un verano que según los franceses iba a ser el más corto de la historia y que sin embargo, nos ha permitido bañarnos todos los días, desde finales de mediados de junio hasta primeros de septiembre, así que voto porque los veranos sean tan cortos como éste jajaja.

No queremos imaginarnos como serán las tardes a partir de ahora, así que preferimos apurar las buenas temperaturas para buscar parajes hermosos de nuestra Extremadura. Por ello, el lugar elegido fue Pinofranqueado, situado en las Hurdes, donde los peques podían disfrutar de la piscina natural y nosotros estar tranquilos de saber que no había riesgos. Cierto es que estábamos dudosos de cómo pudieran reaccionar, pues era la primera vez, este año, que nos bañábamos fuera de una piscina, lástima no haberlo hecho antes para poder repetir.. 

La primera reacción de Pablo fue de negación total, aquel río era demasiado grande para él y sólo sabía nadar en piscina (según su versión). Por ello le ayudamos a explorar el terreno:

A jugar dentro del agua, a ver y perseguir a sus pececitos...

Y LISTO, la diversión estaba garantizada, ya ni se acordaba de piscina, ni de churro para flotar sólo quería disfrutar:

Por supuesto, Álvaro tambien tuvo su momento baño en el río y aunque su cara es de pocos amigos en esta foto, le encantó la experiencia.


El problema fue que llegamos muy tarde para poder darnos un largo bañito, así que al verlos tan felices decidimos repetir al día siguiente y ellos encantados. 

A las 12:30 estábamos allí plantados, toallas, nevera, gorras, cubos... todo lo necesario para pasar un gran día. Pablo sin pensárselo se lanzó al agua ¿QUIÉN DIJO MIEDO?


Intentó pescar peces, que había muchísimos, y consiguió uno muy pequeñito que cogió con el cubo. Quedó alucinado de como pescaban unos niños muy cerquita, al rato, éstos le obsequiaron con un pez mucho más grande que el suyo.


Mientras papá y Pablo se daban un baño, Álvaro les observaba desde la orilla donde podía ser libre, jugar con las piedras, lanzarlas, mojarse la cara...

Se sentía completamente en su salsa y es que en la piscina, al ir cogido, no permite realizar realizar cualquier movimiento. Creo que si él hablara elegiría, sin duda, bañarse siempre en un río.

Por ello, como recuerdo a su primer baño en libertad e independencia, esta semana la foto elegida para LITEL PIPOL es la siguiente:


Y así, por todo lo alto, cerramos nuestra temporada de baños, pero no de viajes y experiencias en familia. De esas deseo y quiero que haya muchísimas más y que todos vosotros podáis conocerlas, unos personalmente y otros a través de este medio. 
Espero que os haya gustado y os animeis a visitar la belleza natural de Extremadura. 



Recordad pasad por LITEL PIPOL, verdaderas maravillas os esperan:


04 septiembre 2013

14º SEMANA LITEL PIPOL

No podía dejar que se fuera el verano sin que apareciese una fotografía de la piscina, gran protagonista de nuestro día a día. He de reconocer que lo había intentado en más ocasiones y el resultado no me llegaba a convencer, supongo que era porque no irradiaba tanta felicidad y orgullo como ahora.

Os cuento para poneros en situación, el año pasado Pablo aprendió a nadar con 3 añitos, era casi al final de la temporada y después de estar su papá encima de él continuamente, lo consiguió. Pudimos abandonar los manguitos, el churro y flotar. 

Este año se empeñó en que no sabía nadar y quería sus manguitos. Su papá (monitor de natación), firme y decidido, nos impidió a todos dárselos y en su lugar sólo podía utilizar el churro. El pobre lo pasó bastante mal durante varios días, hasta que cogió confianza. Entonces fue cuando comenzaron las clases de natación, donde poco a poco había que ir desprendiéndose del churro. 

Menudos episodios hemos vivido, mi padre prefería irse de la finca para no verlo llorar, la vecina de la finca colindante suplicaba clemencia, mi abuela sufría, que no en silencio, cada vez que lo escuchaba y yo alguna que otra vez le pedía al papi que lo dejara un ratín. Pero todo ello ha obtenido sus frutos y el que la sigue la consigue.

 Ya se acabaron los llantos, los gritos, los miedos al agua, los miedos al papi... Ya no sabe ni lo que es un manguito, no toca ni un churro... ES TODO UN CAMPEÓN.


Desde que consiguió hacerse un largo él sólo, su papá dió por finalizadas las clases de este año. A raíz de ello, Pablo ha empezado a disfrutar probando cosas nuevas, aquí os lo muestro tumbándose en el fondo y posteriormente el proceso de ascensión:





Es increible como una vez que pierde el miedo empieza a aprender con gran facilidad. Sólo bastaron 2-3 días para enseñarle a tirarse de cabeza, aunque aún tenemos que perfeccionar la técnica.


Espero que el verano nos dure unas cuantas semanitas más, que nos deje seguir disfrutando del calor, de los baños. Y podamos seguir viendo esa hermosa sonrisa en su cara cuando está dentro del agua:


Y como resumen a una nueva etapa superada, en su infancia, os dejo con la foto que buscaba y que encontré. Con la que estoy feliz, contenta, que me encanta mirar y remirar. Por supuesto es la elegida esta semana para LITEL PIPOL, porque después de toda tormenta siempre viene la calma:



No dejéis de pasar por el blog de LITEL PIPOL, en él veréis verdaderas maravillas de fotografías: