Cualquier día puede ser tu día (fotograficamente hablando) y el otro día fue el mío. Lleva mucho tiempo esperando el momento en el que Pablo se pusiese delante de la cámara y se sintiese libre, posase y yo pudiera disparar sin parar. No me lo podía creer, el momento tan deseado había llegado sin darme cuenta.
Estábamos en la finca y después de salir de la piscina nos pusimos a jugar en la toalla. Álvaro se dedicó a sacar todo lo que tenía en el bolso piscinero y entre muchas cosas sacó una piruleta, BENDITA PIRULETA. Ella fue la varita mágica que hizo cambiar la actitud de Pablo y yo supe aprovecharme de ello.
Me ha sido difícil decidirme por la foto Litel Pipol de esta semana, pero al final me he decantado por la última de la sesión, a ver si os animáis y me dejais un comentario diciendo que os parece:
Espero que este cambio no haya sido nada ocasional y que pronto me deje repetir la experiencia.
Si queréis ver el resto de fotos Litel Pipol os dejo el enlace para el blog, disfrutaréis una semana más: