Ayer fallé a la cita con mi calendario, pero no tuve más remedio. Después de disfrutar de la fiesta navideña que organizó el colegio de Pablo, Pablo se puso malo, con fiebre, con dolor de garganta. Y no quedó más remedio que hacer de mamá cojín toda la tarde.
Menos mal que todo empezó despues de un día grande para él, aunque en la carita ya se le veía que no estaba muy bien.
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