17 diciembre 2014

AÑO II - 29º SEMANA LITEL PIPOL

Es la primera semana, en este segundo año, que he estado a punto de no participar. Y es que llevo unos días que están siendo de locos y no he tenido ni tiempo para acordarme de Litel Pipol. 

Cuando ayer por la mañana me dí cuenta que era martes y no tenía nada, quise darme una oportunidad antes de abandonar: pillar a los niños cuando llegasen a casa, después del cole y la guarde y justo antes de irme a trabajar e intentar hacer algo, aunque fuese muy normalito.

Para los dos es la peor hora, pero era la única ocasión con la que contaba. Álvaro llega todos los días bastante cansado y con ganas de dormir la siesta y Pablo muy hambriento y con un plato de chicharinas en la mesa (algo que no le gusta nada). Pero tuve suerte, Pablo traía del cole una brocheta de chuches en forma de árbol de Navidad. 

En el camino a casa, Pablo le había prometido a Álvaro darle todos los regalices cuando él se comiese la estrella. Así que no quise ni que fuese a la cocina, para no enfurecerlo con lo que había de comer y sacar su mejor cara: la de un niño ilusionado por su regalo, al que le gusta compartir con su hermano, que disfruta goloseando... y a la vez la cara de Álvaro ansioso por coger su parte del dulce, impaciente por su espera, atrevido de lanzarse a por ella... Me los llevé al comedor, le quité el plastico a la brocheta y los dejé libremente. Éste es el resultado.








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