El fin de semana pasado estuve de formación en Zafra. Hacía ya unos meses que no me escapaba para seguir formándome, en el mundillo de la fotografía, y ya tocaba. Y si encima ésta era gratuita, la escapada tenía que ser obligatoria.
Por supuesto, no podía hacerlo de otra manera que acompañada de mi amiga y colega de Litel Pipol: Eva. Aunque en esta ocasión no lo hicimos solas, Nacho y Javier, otros ansiosos de conocimientos estuvieron con nosotras.
Ninguno de los cuatro habíamos estado antes en Zafra y quedamos
encantados con su belleza. Tengo algunas fotos, pero por falta de tiempo
me es imposible editarlas para el post.
Javier nos tomó esta fotografía que guardaremos con cariño de un estupendo, pero muy cansado fin de semana.
El domingo por la tarde, sobre las 18:00, llegamos a Cáceres. Allí me fueron a recoger mis chicos y de paso aprovechamos el último día de ferias. No sé si estaban más contentos por verme, después de dos días separados de ellos, o por montar en las atracciones. Difícil elección: FERIA-MAMÁ.
Ya que estábamos en Cáceres y que íbamos de fiesta, no podíamos dejar de ver a nuestros amigos Jose, Ana y Sergio. Este fue el reencuentro de los pequeñajos:
Algún día de estos saldrán los 3 de fiesta ellos solos y nos dejarán a los papis poder mantener una conversación en condiciones, sin girar el cuello como los aspersores para ver por donde andan y en que líos se meten. Pero mientras disfrutamos de verlos crecer, estar juntos aunque no revueltos, compartir risas, porque Sergio se divierte mucho con las tonterías que le hacen los otros dos y ellos se emocionan cuando ven que son capaces de hacerlo reir.
Y como siempre hay una primera vez para todo y yo quiero retratar todas las primeras veces que pueda, en esta ocasión os traigo la primera vez que Álvaro se montó en una atracción. Hasta ahora había visto como su hermano lo hacía y como mucho se había montado en los típicos coches que puedes encontrar en los bares y funcionan por monedas.
Su padre y yo quisimos arriesgarnos y ver como reaccionaba él, y su hermano por tenerlo al lado. Fué fantástico. Él no paraba de sonreir, las luces, el volante, el claxon, niños por todos lados... Y Pablo estaba encantado de estar acompañado. Calculo que se nos caería un litro de babá, a cada uno, al ver estos momentos.
Sergio aún es demasiado pequeño, tendrá que esperar al año que viene para montarse con sus amiguitos. Mientras se tuvo que conformar con saludarles cada vez que pasaban delante suyo.
Si hay algo que al papi siempre le ha gustado hacer, cuando Pablo se monta en este tipo de atracción, es darle sustos. A Pablo le encanta que se lo haga y se ríe muchísimo, con Álvaro no podía ser diferente.
Lo peor de pasárselo tan bien es descubrir que tiene un final. Álvaro no llevó nada bien comprobar que se paraba y tenía que bajarse. No tengo fotos del momento, pero fue todo un show.
La siguiente atracción que eligió Pablo fueron los coches de choque y su hermano no quería ser menos. Nos reclamaba sentarse al lado, así que viendo que tenían cinturon de seguridad les dejamos disfrutar juntos del momento.
Pablo hace poco que aprendió a controlarlo, pero todavía sigue cometiendo errores de conducción jajaja. Cuando quería salir de un atasco no paraba de girar el volante y eso hacía que ellos girasen descontroladamente. Lo mejor de todo las risas y miradas de ambos ante la situación.
Y para terminar el post os dejo con otra foto, que ha sido la elegida de hoy para Litel Pipol. Ella me transmite toda la emoción, energía y movimiento del momento. Mirarla me transporta a aquellos instantes y me hace feliz.
En cuestión de nada estaremos de fiestas en Coria y podremos repetir la jornada de ferias, sin dudarlo que volveremos a repetir momentos como los mostrados.
Gracias por leerme y llegar hasta el final, seguro que además de pasar por aquí, te gustará echar un vistazo a Litel Pipol, te dejo el enlace:
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