16 abril 2014

46º SEMANA LITEL PIPOL

El fin de semana del 4, 5 y 6 de abril, se celebró en Pescueza la 7º edición del festival más pequeño del mundo: EL FESTIVALINO. Pescueza es un pueblecito muy pequeño de 169 habitantes, situado a 20 km de Coria. A los que no sois de esta zona, quizás os suene más Cachorrilla, que era el pueblo de Benito, el personaje de la serie televisiva "Manos a la obra". Entre Cachorrilla y Pescueza hay poco más de 2 km de distancia, así que se puede ir perfectamente andando.

Si queréis saber más sobre este festival, os dejo el enlace de su web: PINCHA AQUÍ.

Con lo cerquita que lo tenemos, no habíamos encontrado nunca la ocasión de ir a conocerlo, esta vez no lo dudé. El domingo, el papi quería aprovechar a estudiar, así que yo sola me cogí a los peques y a la cámara (como no) y sin mucha planificación me puse en carretera y allá que nos fuimos. 

Las fotos que os muestro esta semana, no son fotos en las que haya buscado perfeccionar mi técnica, ni buscado planos nuevos, ni son de concurso. Simplemente cuentan una experiencia: El primer concierto, el primer festival que viven Pablo y Álvaro.

Y para empezar a enseñaros os diré que más de la primera media hora que estuvimos allí, tuve a Álvaro cogido. No le gustó demasiado la música tan alta, las vibraciones que sentía le tenían asustado y no se despegaba de mi, imposible. Menos mal que, de los dos únicos bancos que había, pude ir a sentarme en uno. Poco a poco se fue acostumbrando y pudimos e iniciamos el despegue:

De esta fase pasamos a la de ir cogiendo distancia. La búsqueda de flores nos vino genial para conseguirlo. Mientras Pablo se juntó con varias niñas de Coria y disfrutó un montón.
Álvaro continuaba trayéndome flores, cada vez más lejanas.
La mañana empezó fresquita y nublada, e inevitablemente tenían que llevar los abrigos. Pero a eso de las 12:30h. se despejó y el sol calentaba muchísimo. En más de una ocasión se pelearon por el agua. Éste es uno de esos momentos.

Como veis en la foto, el ambiente iba siendo cada vez mejor. El campo de fútbol se iba llenando y el peque parecía haberse acostumbrado a la música ochentera que sonaba. 
La cara de esta foto es el resultado de la lucha con su big brother, ser el pequeño a veces es duro.
A la 13:00 h. Pablo estaba hambriento, no había querido desayunar y tras echarse unas carreras su cuerpo le pedía comida. Suerte que había un puesto de hamburguesas y allá que nos plantamos.
Ir sola a estos sitios, con niños tan pequeños, es un poco agobiante, hay que admitirlo. Pero ahora viendo las fotos, olvidando calores, cansancio: REPETIRÍA. Al año que viene con una neverita, una manta para sentarse en el suelo y con el papi.
Pablo se pidió una hamburguesa con patatas fritas y Álvaro le ayudó a comérsela.


Las patatas estaban muy calientes, recien sacadas de la freidora, así que tocó soplarlas:
Cuando terminaron de comer se entretuvieron con el engache del remolque del chiringuito.
Después jugaron con los juguetes que había traído una mamá. Hicieron comiditas con la hierba, buscaron nuevas funciones para los utensilios, siguieron corriendo...
 Y mientras tanto, cuando me dejaban, yo escuchaba el concierto. A estas alturas ya había empezado el de Paula Rojo, artista invitada este año.

 Ellos seguían a su rollo, como muchos de los que estaban allí. Sin importarles la música, la gente... disfrutaban de su momento, su espacio, su libertad, por eso y porque resume perfectamente nuestro paso por El Festivalino, esta semana la foto elegida para Litel Pipol es ésta:

Os animo a visitar el Festival cargado de actividades: magia, música, plantación de árboles, teatro, excursiones, artesania....
Por supuesto, también a pasar por el blog de Litel Pipol y ver todas las fotitos juntas:

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