20 noviembre 2013

25º SEMANA LITEL PIPOL

Llevábamos tiempo con ganas de visitar las ovejas de los titos y conocer a los nuevos corderos, pero el horario de invierno no es muy compatible con los nuestros, se nos hace de noche cuando queremos salir de casa. Por otro lado,  los fines de semana siempre tenemos o nos buscamos mil ocupaciones. 

El viernes por fin, hicimos un hueco y nos acercamos con los peques. Allí estaban las mamis, con sus borreguitos de pocos días, un poco asustadas por nuestra presencia.


A Pablo le pareció divertidísimo correr detrás de ellas, pero con ello consiguió que se resguardaran en la casa y estuviésemos un rato sin verlas.


Gracias a la tita Juli conseguimos el cordero más chiquitito, sólo dos días de vida, y con él aprovechamos para realizar algunas fotos. Pablo se mostró un poco reticente a cogerlo, decía que tenía miedo de que le mordiese y no sabía ni por donde sujetarlo.


Y como consecuencia, al mínimo despiste, el corderito se le escapó.


Le fué imposible cogerlo por más que lo intentó, y desde la distancia, ambos se retaron cara a cara jajaja.


Al final, el papi tuvo que salir al rescate del cordero. ¿Verdad que es una monada?


En esta segunda ocasión, Pablo perdió el miedo al pequeñajo y lo sujeto con mayor firmeza. Entonces fue cuando dejamos a Álvaro, el que sin dudar se acercó y lo tocó. Para él era la primera vez que veía uno tan cerca y la experiencia le encantó.


De este momento pude obtener la foto LITEL PIPOL de la semana, que además era la que iba buscando. Me encanta la ternura que desprenden los tres juntitos.


Tuvimos suerte de poder retenerlo un rato y hacer las fotos deseadas, porque cuando se le volvió a escapar se unió al resto del ganado y entonces si que fue complicado acercarse. Nos tuvimos que conformar con verlos a lo lejos.


Desde el pesebre intentaron llamar la atención de las ovejas, a ver si con la comida podían acercarse, pero no valió de nada. 
En esta foto podemos ver, además, un nuevo personaje en esta historia, la abuela Mercedes, madre del tito Jose Luis. No sé quien lo pasó peor con la energía de Pablo, si las ovejas o ella jajajaja. Con lo tranquilas que estaban todas antes de que llegáramos.


Voy a tener que buscar un pajar para hacerles una sesión de fotos, me chiflan los tonos conseguidos.


Como podéis ver, mientras le hacía unas fotillos a Álvaro, Pablo iba a lo suyo, es decir, a poner de los nervios a la abuela Mercedes.


Me parece que de aquí a unos meses, serán dos los que corran detrás del rebaño con el palo en la mano. Entonces tendremos que volver cuando la abuela Mercedes no nos vea, y no hacerle pasar un mal rato a la pobre mujer.


Y para finalizar el post de hoy, os dejo con esta foto. Justo cuando el sol se estaba escondiendo, uno de sus rayos se asomó entre las nubes y la casualidad quiso que los pájaros quedasen iluminados y yo estuviese ahí para fotografiarlo.


Gracias por pasar a visitarnos, es para nosotros un gusto compartir nuestras experiencias con tod@s vosotr@s.

No puedo cerrar el post sin recordaros el blog de Litel Pipol, donde se juntan nuestra foto semanal y otras 27:




5 comentarios:

  1. La foto que elegiste para la semana me encanta, ya te lo dije en Facebook, pero es que esa de Álvaro casi tocando el morrillo del corderito... es que no tiene precio, qué carita, por Dios! Me ha encantado la sesión.

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  2. La foto que has elegido para esta semana es preciosa, ya te lo comenté por Facebook, pero es que esa de Álvaro, queriendo tocar el morrillo del corderito... es para comérselo, qué carita tan bonita tiene. Me ha encantado toda la sesión, y estoy de acuerdo contigo que merece la pena echar una sesión entre los pajares... quedan espectaculares.

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    1. Es que la mezcla de un corderito recien nacido con los peques, es una bomba de ternura.
      Si encuentras un pajar avisame jajajaja

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  3. Qué preciosidad de post Cristina…me encantan las granjas y los animales!! Y las caras de los peques cuando están con ellos!!! Unas fotos preciosas!

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    1. Gracias Eva, es verdad que las granjas dan mucho juego y cosinguen que nuestros modelos tengan gestos de ilusión y felicidad.

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