18 septiembre 2013

SEMANA 16º LITEL PIPOL

Adoro las tardes largas que dan para hacer de todo: echarse unas enormes siestas (mínimo 1:30h. máximo 3h.), merendar tranquilamente, darse una refrescante duchita y salir de ruta con el coche a conocer parajes nuevos que tenemos cerca de nosotros. Ese es el caso de la sesión que os traigo esta semana. 

Hace tres años conocí a una chica (Susan), ella me habló de un pueblecito casi abandonado con muchísimo encanto y muy cerquita de Coria. Digo casi abandonado porque los únicos inquilinos que viven de manera continua,  son sus suegros.

Desde el primer momento que me habló de aquel lugar, lo anoté en la lista de cosas pendientes. Tan pendiente lo dejé, que olvidé hasta el nombre del pueblo (Villa de Arco), menos mal que tenemos las redes sociales a la orden del día y Susan, la misma mañana de la visita,  me lo recordó. 

Pisar sus calles supone retroceder en el tiempo más de medio siglo: calles no asfaltadas, estrechas, sin acerado, por donde corren sus aguas en invierno, por las que no pueden circular los coches, que cuenta con unas vistas espectaculares... No puedo deciros más para convenceros de su belleza, sólo me queda enseñaroslo:

Practicamente todas tus casas tienen en la puerta de entrada un "pollo", algo así como el whatssap actual, donde la gente se relacionaba con el vecindario, hablaban de lo que habían hecho durante el día y veían las puestas de sol. Nosotros aprovechamos "los pollos" para hacer nuestras primeras fotos.


Y conseguír la  LITEL PIPOL  de la semana, que ya hacía tiempo que no tenía una de los dos juntitos.


Y como no, una familiar, que la casa me encantó nada más verla. Pena que no hubiese llevado todos los aperos para conseguirla de mejor calidad.


Pablo se encargó de buscarme localizaciones para que le hiciese fotos y la verdad, es que no tiene mal gusto:


Callejeando encontramos este viejo olmo:


Saliendo del pueblo y cuesta arriba llegamos hasta la iglesia:


Toda una belleza que no pudimos visitar por dentro, pues la única vecina de Villa de Arco (poseedora de la llave) no se encontraba en casa. Ya tenemos motivo para repetir.


Desde allí las vistas son alucinantes, se observa toda la llanura que hay hasta Cáceres, incluso se ve Cáceres, sobre todo cuando se enciende el alumbrado.


Ya me contaréis si tras ver las fotos se os han despertado las ganas de ir a conocerlo.

Que no se me olvide deciros, LITEL PIPOL os espera con fotografías de infarto ¿te las vas a perder?

4 comentarios:

  1. Cómo me gustan tus reportajes, Cristina!!!!!!

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  2. El pueblo es de ensueño, me encanta, lástima que esté tan lejos! jeje! Las fotos són preciosas, me gustan todas, y estais los cuatro super guapos! Otra vez felicidades, guapa!

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    1. Pues ya sabes, organízate unas vacaciones de interior y te lo enseño.

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