25 septiembre 2013

17º SEMANA LITEL PIPOL

El recuerdo de mis septiembres, cuando iba al colegio, al instituto o a la universidad no son nada buenos, odiaba dejar de tener tiempo libre para dedicárselo a la rutina del estudio, de las clases... Supongo que no seré la única. 

Mi percepción de este mes empezó a cambiar cuando me convertí en mamá (jajajaja aunque hay momentos en los que me siento culpable de estos pensamientos). Ahora es cuando entiendo las típicas frases de mi madre durante los veranos (y de muchas madres): "QUE GANAS TENGO DE QUE EMPIECE EL COLEGIO", "ME TENÉIS LOCA", "A VER CUANDO LLEGA SEPTIEMBRE YA DE UNA VEZ", pues llegó y yo estoy la mar de contenta. 


A veces pienso que soy mala madre por querer desprenderme un rato de ellos, por suerte se me pasa pronto jajaja. Y es que de los 13 meses que tiene Álvaro, lo máximo que  me he separado de él han sido 3-4 horas, imposible más tiempo, el tío está todo el día y toda la noche enganchado a la teta. Fijaros hasta que punto tiene enganche, que su primera palabra fue TETA, después ya vino PAPÁ y MAMÁ.

Como dice la canción: "NECESITO RESPIRAR, DESCUBRIR EL AIRE FRESCO Y DECIR CADA MAÑANA QUE SOY LIBRE COMO EL VIENTO"

El post lo he preparado con dos semanas de retraso, pero no quería dejar de contároslo y de dejar huella de un día tan importante para mí y para ellos.

El primero en salir del nido fue Álvaro, Pablo pudo acompañarme a llevarlo a la guardería. Como si de una extensión de mi cuerpo se tratase, la cámara iba conmigo para retratar el momento. No sabía como  quería la foto, prefería no pensarlo y dejar que el momento llegara, y llegó. Cuando nos metimos en el pasillo vacío y vi la cantidad de luces y sombras, visualicé la foto LITEL PIPOL  de la semana, ahí estaba esperándome: 


Pablo dando apoyo físico y moral a su hermano, la experiencia le ha enseñado que es un buen lugar donde disfrutas y te lo pasas muy bien.


Pero he de reconocer que me dió mucha pena, sabía que lo iba a pasar muy mal, como así fué. Como podéis imaginar, no pude hacer ninguna foto de la recogida, me dediqué a darle mucho cariño para que se le pasara el disgusto. 

De camino a casa recogí otro momento que deseo guardar en mi memoria, porque lo vivo muchos días y porque estoy segura que lo voy a echar de menos dentro de unos años. Para los que no lo sepáis, vivimos en una 3ª planta sin ascensor, si a nosotros nos puede resultar cansado subir tantas escaleras, a Pablo se le hace agotador (sobre todo cuando hace calor, tiene sueño o está hecho polvo). Unas veces nos pone cara de pena para que le cojamos, otras se nos enfada, como en esta ocasión:


Si encima su madre aprovecha la rabieta para hacer la foto, él alucina: 


Al día siguiente, le tocó a Pablo despegar. La manera de afrontar el momento fue completamente distinto, él ya sabía donde iba y le apetecía reencontrarse con sus compañeros de clase. Justo antes de la entrada aproveché para tener un recuerdo. 


Me encanta verle empezar con energía, presiento que va a ser un buen año para todos. 


Contadme ¿cuales son vuestras sensaciones cuando llega septiembre? ¿estáis deseando volver a la rutina? ¿tambien habéis llegado a pensar que sois malas madres por tener esos pensamientos?

En LITEL PIPOL podéis encontrar más vueltas al cole, de la semana pasada y de ésta, aquí os dejo el enlace:

2 comentarios:

  1. Pues si. Yo recuerdo cada septiembre como una pequeña tortura por tener que volver al cole y saber que terminaba el verano. Pero al final tanto cole tiene su recompensa ¿no?
    Y no pienso para nada que seas mala madre por tener esos pensamientos. Te conozco bien y no imagino mejor madre para esos niños jaja.

    ResponderEliminar
  2. Unas fotos fantásticas!!!
    En estos momentos la cámara no existe, creo yo! Besitos, guapa, disfruta de cada etapa, todas distintas y preciosas!

    ResponderEliminar