Que levante la mano a quien le guste hacer limpieza general
en casa.
Seguro que sois poquísimos los que la habéis levantado, por supuesto yo no lo he hecho. Que pereza me da con los peques, yo colocando por un lado y ellos descolocando, limpiando y ellos ensuciando, subida en la escalera y ellos detrás...
El otro día, mi hermana Laura y mi abuela, se metieron a hacer limpieza en los armarios de la finca. Miedo me dieron estas dos juntas, son todo lo contrario a mi. Yo lo guardo todo, siempre puede haber un momento en el que algo te haga falta.
Pero si hay algo bueno de estos momentos, es sin duda, el reencuentro con aquello que hacía tiempo que guardaste y ni te acordabas de que existía. Me encanta, por eso lo guardo todo jajajaja. Y eso fue lo que pasó aquella tarde de limpieza, entre los montones de sábanas, toallas, colchas, ropa vieja que llevamos para tener cambio... encontraron un mandil y un pañuelo para la cabeza negro, completamente nuevo con etiqueta. Nadie reconoce haberlo guardado allí. A saber el tiempo que tendrá.
El primero en estrenarlo y sacarle uso fue Pablo. Una de las veces que entró a casa, la tita Laura se lo colocó y apareció transformado en un NINJA NEGRO (que fue la manera de convencerlo de que no iba de mujer), aunque realmente parecía la vieja del visillo, pero eso no se lo dijimos jajaja.
Los niños tienen una fantástica y envidiable facilidad para meterse en el papel de cualquier personaje.
¡CUIDADO LOS NINJAS QUE SON MUY PODEROSO!
Pero sólo cuando tienen que luchar con los malos. El resto del tiempo son ninjas buenos (él sabe que no me gustan las luchas y siempre tiene las palabras perfectas para contentarme).
Un buen aprendiz alucina con el maestro, no se pierde ni un detalle de todo lo que hace e imita sus movimientos, aunque no le guste mucho disfrazarse. Ya habrá tiempo.
Los ninjas buenos son fáciles de sorprender y basta con ver un pajarito para quedarse embobados.
En sus ratos libres, se dedican a cultivar la tierra, cuidar las flores... Al final va a ser verdad que son buenos.
Los aprendices de ninja tambien hacen sus pinitos en la tierra. Hay que aprender desde pequeños los secretos del campo.
Y para finalizar con este post, os dejo con la foto elegida para Litel Pipol. Dedicada al ninja más guapo del universo.
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