Que gustazo llegar del trabajo y poder tener tiempo, luz y buenas temperaturas para poder irnos a dar un paseo al parque que tenemos cerquita de casa.
La otra tarde, cuando llegué, los niños estaban que se subían por las paredes, deseosos de soltar su energía y sentirse libres. Le dí a elegir a Pablo el lugar donde ir, sin dudar eligió el parque de los patos. De la misma manera, yo no dudé en llevarle a mi inseparable y aprovechar a hacer unas fotillos.
La otra tarde, cuando llegué, los niños estaban que se subían por las paredes, deseosos de soltar su energía y sentirse libres. Le dí a elegir a Pablo el lugar donde ir, sin dudar eligió el parque de los patos. De la misma manera, yo no dudé en llevarle a mi inseparable y aprovechar a hacer unas fotillos.
Una vez allí, Pablo encontró rapidamente amiguitos con los que jugar. En las fotos no aparecen, pero estaban.
Álvaro aún no tiene edad para compartir juegos, él prefiere ir por libre, explorar, escalar, huir de su madre, comer piedras... vamos lo típico en un niño de 20 meses. Uy se me olvidaba, tambien le encanta imitar a su hermano.
Álvaro aún no tiene edad para compartir juegos, él prefiere ir por libre, explorar, escalar, huir de su madre, comer piedras... vamos lo típico en un niño de 20 meses. Uy se me olvidaba, tambien le encanta imitar a su hermano.
En el parque, la gran atracción son los patos, ellos ayudan a mantener a los niños un ratito tranquilos. Lástima que ya queden tan pocos. Sin ellos el parque parece más triste y solitario de lo que realmente está.
En más de una ocasión os he contado la gran aficción que Pablo siempre ha tenido con los palos, pues Álvaro ha elegido otra diferente: Las piedras. No hay piedra que se cruce en su camino que no intente coger, llevársela a la boca, lanzarla...
Para él es super divertido ver como su madre corre como una loca a quitársela de la boca.
En un intento por cambiar de estrategia, le enseñé a utilizar las piedras con otro fin: tirarlas a la basura, como símbolo de caca, de basura que no va a la boca. La verdad es que surtió efecto, habrá que seguir repitiéndolo.
Y aquí os dejo con la foto elegida de la semana, para aparecer en el blog de LITEL PIPOL. Llevamos casi un año y mi propósito siempre ha sido utilizar este proyecto para mejorar, buscando nuevos planos, conseguiendo fotos diferentes a las anteriormente realizadas. Es éste el motivo de la elección y aquí os dejo con ella.
Álvaro acaba de descubrir un nuevo juego: el escondite. Es tan sencillo como cerrar los ojos y TA CHÁN: "No está Álvaro".
Aún no sabe decir muchas cosas, pero hay veces que las palabras sobran y una mirada te lo dice todo: "¿Mamá a ver si me pillas?" cuando salí a correr hacia él, intento subirse y huir.
Del mismo modo que me gusta captar miradas que hablan, adoro fotografiar miradas perdidas, momentos en los que su imaginación, su pensamiento les domina. Seguro que más de una vez habéis visto estas miradas en un niño y os habéis preguntado que estaría pensando. Yo muchas veces.
Y con esta foto y un bizcocho hasta el miércoles a primera hora de la mañana. Gracias por visitarme y dedicar tu tiempo a ver mi trabajo.
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